Depilación Láser. Fundamentos, técnica, estado actual
Prof. Juan R. Zaragoza Catedrático de Radiología y Medicina Física de la Universidad de Sevilla
La posibilidad de producir radiación láser fue concebida por Einstein hacia 1917, época en que la técnica aún no disponía de medios para realizarla. Hubo que esperar hasta 1960, año en que el físico americano Mayman puso a punto el primer láser de rubí en la Hugh Aircraft Corporation.
Rápidamente se desarrollaron nuevos tipos de láser y nuevas aplicaciones. Aparecen los láseres de He-Ne, de C02, de semiconductores. Surgen las aplicaciones técnicas, bélicas, médicas.
Su conocimiento se generaliza cuando en la segunda misión lunar se coloca en nuestro satélite un espejo reflector de láser para medir exactamente la distancia luna-tierra en cada momento.
Utilización en Medicina
En medicina se empleaban las técnicas de fotocoagulación, es decir, de conseguir una destrucción controlada mediante haces de luz intensa. Se utilizaba especialmente en oftalmología (retina), y se aplicó también en dermatología. Por eso, con la aparición del láser, una de sus primeras indicaciones fue el tratamiento de ciertas afecciones retinianas, como la retinopatía diabética. Pero si el láser es capaz de cortar el acero, también es capaz de cortar los tejidos orgánicos; por ello su aplicación inmediata fue la cirugía. Se desarrolla el láser bisturí, y las primeras unidades para operar con radiación láser. La ventaja que ofrece la radiación láser es la extremada finura del corte, ya que no tratamos con un instrumento material, con el bisturí quirúrgico, sino con un corte mediante un rayo de luz que se puede hacer todo lo fino que se desee. Por eso se aplicó en microcirugía: neurocirugía, microcirugía vascular, cirugía otológica, etc. Por otro lado, las incisiones realizadas con láser cicatrizan mucho mejor que las de bisturí quirúrgico, porque el láser, a gran potencia, destruye (corta, carboniza, coagula), pero a menor potencia (como las intensidades que llegan al borde la incisión) tiene capacidad bioestimulante, esto es, de potenciar la actividad propia de los tejidos, y en este caso, para el conjuntivo, la cicatrización. A la vista de estos resultados, surgió la idea de aplicar el láser de poca potencia directamente a los tejidos, para estimularlos biológicamente; fue el inicio de sus aplicaciones en medicina y en estética que han dado resultados tan positivos en el dolor, la inflamación y la regeneración tisular en una larga serie de indicaciones. Para exponer el fundamento y las técnicas de la depilación mediante láser, repasaremos sucesivamente estos tres puntos: - qué es la radiación láser - cuales son las características más importantes del pelo en relación a la depilación, y - cuales son las principales técnicas de depilación láser en la actualidad.
¿Qué es el láser?
Se define el láser, siguiendo las letras que conforman su nombre, como Light amplification by stimulated emission of radiation, esto es, una luz amplificada por una emisión estimulada de radiación. Lo cual quiere decir que el láser es una luz muy potente, conseguida mediante esta técnica especial que se denomina "emisión estimulada de radiación". Como luz, el láser se propaga a la velocidad de la luz (300.000 km por segundo), se refleja por espejos, se difracta, se puede tratar mediante lentes convergentes que lo hacen puntual, o con lentes divergentes, que lo defocalizan.
Propiedades del láser
El láser tiene también propiedades especiales que lo diferencian de la luz normal. Fundamentalmente son tres: ser monocromático, coherente y direccional.
1. El láser es monocromático
Lo cual quiere decir que el láser solo tiene una longitud de onda. La luz blanca que observamos está en realidad compuesta por los siete colores del arco iris, como se puede comprobar viendo su difracción en un prisma. Esto indica que la luz normal está compuesta por diferentes tipos de radiaciones, cada una de las cuales tiene una distinta longitud de onda (un espectro entre 700 y 400 nm); por eso es una luz heterocromática. Al contrario, la luz de láser es monocromática; puede ser roja, amarilla, azul o infrarroja, pero, dentro de cada gama, solo tiene una longitud de onda concreta y precisa. Así, el láser de rubí tiene 694 nm; el de argon, 514 nm, y el de YAG-neodimio, 1.060 nm.
2. El láser es coherente
Decir que una radiación es coherente indica que todas sus ondas están en fase, es decir, que todas ellas presentan en el mismo momento sus crestas y sus valles. Esta propiedad sólo se consigue cuando la radiación es monocromática (con distinta longitud de onda no ha posibilidad de que exista coincidencia de fases). La consecuencia práctica de ser una radiación coherente es la enorme potencia que puede desarrollar la onda láser en su impacto, produciendo considerables efectos térmicos o mecánicos.
3. El láser es direccional
La otra particularidad de interés que tiene el láser es que es direccional, es decir, que se transmite desde su fuente como un fino haz, conservando prácticamente toda su energía a lo largo del trayecto hasta la zona de absorción.
Láseres utilizados en depilación
Existen fundamentalmente tres tipos de unidades de láser que se pueden utilizar en depilación, y que se definen según la naturaleza de su material activo. Material activo es el que, con un aporte de energía (generalmente de tipo eléctrico) emite radiación láser. Históricamente hemos indicado que el primer láser fabricado fue el de rubí. Posteriormente, entre los de interés para la depilación, surgió el de YAG-Neodimio. Recientemente se ha introducido, también para la depilación, el de alejandrita. Estos tres láseres están producidos por una sustancia sólida (recordemos la existencia de láseres con material activo en forma líquida, como los láseres de colorantes, o con material activo gaseoso, como los de He-Ne, Ar, CO2, etc, no utilizados en depilación).
Artículos relacionados
Consejos para escoger un buen centro de depilación láser
Como atraer clientes a tu clínica de belleza
Penetración en el organismo
La radiación láser, para depilar, debe depositar su energía en la zona blanco (que definiremos más adelante). Veamos ahora cómo, y hasta qué profundidad, penetra el láser en el organismo. De la radiación láser que llega a la piel, parte se refleja (más si la piel tiene cremas o productos semejantes). Esto indica que para cualquier tipo de tratamiento láser sobre la piel, ésta debe estar perfectamente limpia. La radiación láser que no se refleja penetra a través de la piel, y se absorbe. Llamamos absorción a la conversión de la energía que llega en energía transmitida al propio organismo; en este caso la energía de la radiación láser se convierte en calor. Y definimos como penetración de la energía láser a la profundidad en la que la energía aplicada aún realiza el efecto biológico buscado (en nuestro caso, la destrucción de una zona orgánica mediante el calor). Según el efecto que se busque, y si consideramos la energía en la superficie de la piel como el 100%, la penetración será la profundidad en la que la radiación aún tiene el 30 a 20% de la intensidad en la superficie de la piel. La absorción de la radiación láser depende, en general, de tres factores: el color de la sustancia que absorbe, su densidad y su composición química. Para nosotros la densidad no tiene importancia, ya que actuamos en partes blandas, de densidad homogénea; la tiene cuando actuamos sobre zonas con componentes óseos, como las articulaciones o los senos maxilares. Si que tiene importancia el color de la zona, ya que existe un efecto de absorción absoluto y otro relativo. El absoluto consiste en que el láser, como cualquier tipo de luz, se absorbe más cuanto más obscuro es el absorbente: prácticamente no se absorbe en una superficie blanca (que refleja la radiación), y se absorbe casi totalmente en una superficie negra. Este factor es para nosotros muy importante, porque en depilación trataremos del papel que en la absorción del láser tiene la melanina, pigmento que al ser oscuro presenta una gran absorción de la radiación. Tiene menos importancia para nosotros el aspecto relativo de la absorción (absorción del rojo por el verde y viceversa) y la absorción según la composición química del absorbente (de gran interés en cirugía láser por la gran absorción del láser C02 por el agua).
Importancia de la absorción
Cuando la radiación láser de cierta potencia se absorbe, transforma su energía en efectos térmico, mecánico y químico. Para la depilación láser nos interesa sobre todo la primera posibilidad, esto es, que el láser, en su zona de absorción, transforma su energía en calor, con temperaturas que pueden ser muy elevadas, según el tipo de unidad empleada y la potencia aplicada.
Aspectos del pelo de interés en depilación
Para la depilación con láser debemos definir cuál es nuestro objetivo. Si deseamos una depilación definitiva o de larga duración, deberemos actuar sobre el folículo pilosebáceo destruyendo el bulbo, o, más concretamente, las células que dan origen al pelo. Para ello nos basaremos en el hecho de que toda esta zona tiene gran cantidad de melanina, mientras que la piel tiene una menor cantidad de pigmento melánico. Por ello el láser es absorbido muy selectivamente por la melanina, y en cambio muy poco por el resto de los componentes de la piel. El láser debe penetrar lo suficiente para poder actuar con eficacia. No todos los láseres que se utilizan en depilación tienen la misma penetración; depende, como hemos dicho, de la naturaleza de la radiación que producen. Lo importante para nosotros es que cuando el láser incide con el blanco (la melanina) su energía se absorbe y se transforma en calor. Como en toda aplicación local de calor al organismo, inmediatamente se produce la disipación de este calor por las distintas estructuras orgánicas, y, por ello, un enfriamiento hasta alcanzar la temperatura corporal. La finalidad de la depilación por láser consiste en alcanzar en la zona blanco la temperatura necesaria para destruir las células matriciales del folículo pilosebáceo. Esta temperatura está en torno a los 70~80 grados. El problema consiste en conseguir puntualmente esta temperatura mediante el láser.
Efectos del calor puntual en el organismo
Si en una zona puntual del organismo aplicamos calor, los efectos varían según la temperatura alcanzada. - hasta los 45º se produce una vasodilatación - hacia los 50º se afecta el metabolismo enzimático celular, aunque las células se conserven; - hacia los 60º hay problemas de funcionamiento de la membrana celular, se desnaturalizan las proteínas y la célula muere - hacia los 70º hay una desnaturalización total del colágeno, y - hacia los 80º hay necrosis de coagulación - si se alcanzan los 100º, como ocurre en el bisturí eléctrico, no solo hay necrosis, sino vaporización celular. Por lo tanto, para conseguir la depilación necesitamos alcanzar una temperatura de unos 70~80º a nivel del bulbo pilosebáceo. Para ello debemos recordar un concepto importante antes enunciado, el de la disipación del calor. Con el impacto de radiación láser se absorbe la energía y se produce calor, que según la temperatura alcanzada producirá el efecto biológico indicado en la relación anterior. Pero, inmediatamente, este calor se disipa. La disipación se realiza de distinta forma en las diversas estructuras: más lentamente en la piel y más rápidamente en el folículo. Como la irradiación de ambas estructuras se realiza a la vez, es importante distinguir estos dos comportamientos. Ante un impacto de láser, - la piel se calienta menos y tarda más tiempo en enfriarse; - el bulbo absorbe más radiación láser, se calienta más, y tarda más tiempo en enfriarse. Este efecto se puede cuantificar mediante el concepto de TRT (thermal relaxation time, o tiempo de relajación térmico), tiempo en que el tejido de que se trate ha eliminado la mitad de la energía calorífica producida por el impacto láser. Este tiempo es, para la epidermis en general, de 8 a 10 ms, y para el folículo pilosebáceo, de 20 a 60 ms. Si aplicamos un impacto de suficiente energía, con un solo disparo se puede destruir el bulbo, pero también se calienta la epidermis, según la cantidad de melanina que presente. El objetivo de la depilación estriba en disponer de una unidad láser lo suficientemente potente para, con un impacto, conseguir la destrucción del folículo, afectando al mínimo la piel. Pero si con un solo impacto de láser no se puede conseguir la depilación, podemos utilizar una serie de impactos aplicados con un intervalo bien estudiado. Con el primer impacto, la piel se calienta poco y disipa el calor rápidamente; el bulbo se caliente más y tarda más tiempo en disipar el calor. Si aplicamos otro impacto en un momento en que la piel casi ha disipado todo el calor producido (por su mayor velocidad de disipación) y el bulbo solo ha disminuido muy poco su temperatura, conseguiremos que el bulbo aumente aun más su temperatura mientras que la piel sólo la aumenta mínimamente. De esta forma, al actuar sucesivamente disparo a disparo (hasta tres, cuatro, cinco) con el intervalo apropiado, conseguimos que el bulbo alcance la temperatura deseada para su destrucción con una mínima afectación de la piel.
La depilación láser en la práctica
Hemos expuesto una situación muy teórica: una piel casi transparente, que casi no absorbe láser, y un folículo pilosebáceo prácticamente oscuro. Pero es difícil que en la realidad se den unas características semejantes. La piel no siempre es tan transparente al láser: unas veces es más gruesa, otras es más oscura, muy morena o negra. En este caso la piel absorberá más radiación láser, y no podemos mantener la afirmación de que la piel absorberá poca intensidad de radiación y el folículo mucha. El caso extremo sería intentar depilar un pelo totalmente blanco en una piel completamente negra. Por otra parte, el pelo tiene distinto grosor según las zonas, y entonces debemos variar la energía necesaria para su destrucción. Y además, el pelo presenta notables diferencias de color. Lo ideal para la depilación láser sería que fuera negro intenso, pero encontramos pelos canosos, castaños, rubios, etc. Y también importa el color de la piel, según expresan los diferentes fototipos. Para la depilación láser es también muy importante la profundidad del folículo, que varía según zonas anatómicas y características personales. Esto es de interés porque el láser solo alcanza con eficacia una profundidad determinada, que depende de su naturaleza y su potencia. Finalmente, importa tener en cuenta la fase de crecimiento en que se encuentre el pelo. El láser actúa muy positivamente en la fase anágena, mientras que los bulbos situados en fase telogen o catagen serán muy poco afectados por la radiación láser.
Láseres utilizados en depilación
Actualmente se emplean en depilación cuatro tipos de láser (Rubí, YAG-Nd, Alejandrita y Diodos), y una unidad de destellos de luz no coherente de gran intensidad, que aunque propiamente no es un láser, se suele englobar entre las unidades de depilación láser porque su mecanismo de actuación es muy parecido. Hay que aclarar previamente una cuestión terminológica; el sentido dado a las palabras permanente y definitivo. Según la FDA, se denomina depilación permanente a la eliminación de la actividad del folículo piloso durante un tiempo superior al del ciclo folicular del pelo en el área correspondiente, mientras que depilación definitiva es la eliminación total del folículo pilosebáceo. Como estas definiciones, sobre todo la de "permanente", no coincide con el sentido habitual de esta palabra, se han originado ciertos problemas al considerar el usuario que los resultados no eran los prometidos. Por ello es conveniente evitar ambas palabras, e indicar solo que la depilación láser es una "depilación de larga duración". El primer láser que se utilizó en medicina fue el láser de rubí. Emite una radiación roja, de 694 nanometros de longitud de onda, con penetración eficaz hasta 1,2 mm, aceptable para la depilación, siendo más eficaz en los folículos profundos. Los resultados son mejores en los fototipos tipo I-II (pelo oscuro, piel clara), y en las zonas faciales. Su aplicación es en forma de impulsos de gran potencia, de 0.8 a 3 ms según las unidades. Se comercializan el Epi-Láser (Coherent), el Epi-Touch (Sharplan), el Ruby Star (Aesculap), etc. Posterior al láser de rubí se introdujo el de YAG-Neodimio (YAG-Nd, o Nd:YAG) de gran utilización en cirugía, y también en dermatología para la eliminación de tatuajes, ya que en ellos hay pigmentos que contienen carbón, que este tipo de láser puede volatilizar. Esta técnica fue la que se aplicó para usar en depilación, y de hecho fue el primer láser aprobado por la FDA americana para esta indicación. La unidad más conocida de láser Yag-Nd es Soft-Light, de Thermolase. El láser YAG-Nd tiene una longitud de onda de 1.084 nm (infrarrojo). Por ello presenta el problema de que la absorción de su energía por la melanina no es tan intensa como la de los otros láseres, aunque, en cambio, su penetración es elevada. Por eso se recurre a una técnica especial de aplicación: aplicar previamente a la piel una crema con carbón micronizado, y por tanto, de color negro, de modo que penetre hasta el folículo; con ello se consigue convertirlo en una zona de fuerte absorción. Una ventaja adicional de esta técnica es que el color del pelo no es factor limitante del tratamiento. La aplicación se realiza en impulsos muy cortos, de 12 a 18 nanometros; de esta forma se consiguen resultados eficaces. El láser de alejandrita, tiene una longitud de onda de 755 nm (infrarrojo, muy cercano al rojo), y emite en impulsos de longitud muy variable, desde 2,5 ns hasta 20 ms. Sus unidades comerciales son Epi-Touch Alex, (Sharplan) y Gentlelase (Candela). Se fabricó especialmente para depilación, porque su penetración es superior a la del láser de rubí, con lo cual se pueden tratar folículos situados a mas profundidad, por el mismo motivo permite tratar pieles de fototipo III. Tiene un sistema especial de refrigeración superficial para que la piel sufra menos el impacto de la irradiación láser. Por último, los láseres de diodo, recientemente introducidos, emiten en una longitud de onda de 800 a 900 nm. Como su coeficiente de absorción por la melanina es menor que el de la alejandrita, tienen mayor poder de penetración. Permiten la depilación en pieles del tipo IV, pero siempre dependiendo del color del pelo. Entre ellos contamos con el Light Sheer. Además de los láseres mencionados - rubí, YAG-Nd, alejandrita, diodos, disponemos del sistema de impulsos de luz no coherente, también llamada "lámpara de flash", cuya unidad más conocida es Epilight. Al ser una luz normal, policromática, permite variar la longitud de onda a aplicar en una serie de opciones situadas entre 590 y 1200 nm (lo que no se puede hacer con el láser, ya que cada uno de ellos tiene una radiación propia, característica e inmodificable). De este modo, y mediante filtros especiales, se puede regular su mayor o menor penetración, presentando, por tanto, una gran versatilidad de acción. Estas unidades actúan aplicando una sucesión de pulsos, de dos a cinco, con pausas de algunos milisegundos, establecidas para permitir el enfriamiento de la piel, mientras que al folículo solo disipa una pequeña parte de la energía recibida. Para su mejor aplicación, un ordenador admite los datos referidos al fototipo y a las características del pelo y del folículo para proporcionar el mejor programa para una depilación individualizada. Una novedad importante ha sido la introducción de unidades que, en vez de escanear la zona a depilar, realizan el impacto puntualmente, pelo a pelo. La unidad (de YAG-Nd o de diodos) tiene un aplicador, con una microcámara que permite apreciar con suficiente aumento, en una pantalla digital, el pelo a tratar; (videodepilación asistida); localizado el pelo con un láser de He-Ne, se realiza el disparo del láser de depilación y se aprecia directamente la destrucción del pelo. Estas unidades tienen el inconveniente del alargamiento del tiempo de la sesión. Pero presentan la ventaja de su menor costo, del efecto psicológico de la visión directa del proceso, y (teóricamente), de la posible disminución de efectos secundarios sobre la piel, al disminuir el área de irradiación total. Ejemplos de estas unidades son el Etoile, el Biolase , y el Laserpil (Teslas).
Ventajas e inconvenientes
Todos los láseres, incluyendo la lámpara de destellos flash, tienen numerosas ventajas y ciertos inconvenientes. El principal problema actual es conseguir con el láser el objetivo propuesto, esto es, destruir o afectar en el folículo pilosebáceo las células matrices en grado tal que ya no se pueda producir otro pelo, es decir, que se consiga una depilación definitiva como se consigue, de modo mucho más eficaz y directo con la electrocoagulación clásica (aunque presente otra serie de inconvenientes). Las ventajas de la depilación por láser son: - la rapidez de actuación, grande en las técnicas con escaneo; menor en las técnicas de aplicación pelo a pelo. - el hecho de que sea indoloro, frente a las molestias de la depilación eléctrica clásica. - y proporcionar una depilación de larga duración. Como hemos dicho, los controles realizados con las distintas unidades no permiten hablar de depilación permanente, pero sí de depilación de larga duración.
Inconvenientes de la depilación láser
Hay también, en la depilación láser, inconvenientes técnicos e inconvenientes médicos. Los primeros se refieren, al hecho de precisar tres sesiones, con un intervalo de aproximadamente un mes. Además, el costo que la adquisición de las unidades láser repercute necesariamente sobre el costo de las sesiones de depilación muy superior al de la electrólisis clásica. En cambio, desde el punto de vista médico, ya hemos indicado que la depilación láser no tiene muchos de sus inconvenientes de la electrólisis clásica (actuación pelo a pelo, dolor, reacción inflamatoria - foliculitis - que se produce en ocasiones). Por otra parte, así como en la depilación eléctrica solo actuamos con efecto destructivo en la inmediata vecindad de la aguja, en la depilación láser irradiamos toda la piel de la zona, lo cual puede producir efectos secundarios indeseables. Entre ellos se ha señalado la aparición de hiper e hipopigmentaciones, lo cual indica la afectación de los melanocitos. Por otra parte, no sabemos el efecto de la irradiación láser sobre las células de Langerhans de la piel, con misión de potenciar la inmunidad local y posiblemente la general, tema que deberá aclararse en el futuro.
En resumen, ¿es de interés la depilación láser?
Es la pregunta que se nos plantea habitualmente, y, como con tantas cuestiones, no se puede contestar simplemente sí o no, sino con ciertas matizaciones. No cabe duda que la depilación láser es eficaz, como depilación temporal de larga duración. Es cómoda, rápida e indolora. Debe realizarse con la debida adecuación; es decir, sabiendo que cada tipo de láser, así como la radiación no coherente, tiene unas indicaciones precisas, en relación al tipo de piel, grosor y color del pelo, profundidad del folículo, etc. Por otra parte, existen efectos secundarios confirmados y otros supuestos, pero no confirmados, que necesariamente se deben aclarar. De todos modos, la incidencia de estos efectos (por desgracia, excesivamente destacada en los medios de comunicación) es muy baja en relación a la gran cantidad de depilaciones realizadas mediante láser. En la práctica persiste el factor económico del coste de las unidades (aunque puede ser deducible) y por lo tanto, el de las sesiones, que para muchas personas supone una limitación importante en su aplicación. La introducción de unidades de láser de pequeña potencia para actuar pelo a pelo supondrá un avance en este sentido.
#depilacion #ipl #equiposparadepilacionlaser #fotodepilacion #depilacionlaser #depilaciondefinitiva #depilacionpermanente #fotodepilacion #elight #shr #laser #laserparadepilar #luzpulsada